Este año tenemos como objetivo recaudar $4,000 para cubrir 20 evaluaciones en un período de 6 meses. Estas evaluaciones serán cubiertas para participantes que provienen de hogares con recursos económicos limitados y que han sido víctimas del crimen. A través del año, el 48% de las personas que solicitan las evaluaciones son víctimas del crimen. El 82% de estas solicitudes obtienen un diagnóstico como resultado. Específicamente, un 45% de los participantes obtienen como resultado un diagnóstico recomendado de Trastorno por Déficit de Atención. Generalmente, cuando un niño obtiene este resultado significa que puede presentar problemas para establecer prioridades, tener escasas habilidades para administrar su tiempo y problemas para concentrarse en una tarea.
Los problemas más comunes en niños con TDAH son los de conducta. Esto incluye desafiar a padres y maestros al negarse a cumplir con tareas, tener arranques emocionales ante situaciones complicadas y perder el deseo de jugar con otros niños que no responden a su forma específica de compartir.
Por otro lado, un 27% de los participantes que reciben una evaluación en el área psicosocial presentan algún Trastorno del aprendizaje. Estos problemas son desórdenes que pueden afectar la habilidad de una persona para adquirir, entender, organizar, almacenar o usar información verbal y no verbal. Específicamente se ven afectadas tareas realizadas con las manos, escribir, leer, y computar.
La detección temprana de algún trastorno, tanto de la conducta como del aprendizaje, ayuda a reconocer los problemas existentes, abordarlos con rapidez y prevenir otras condiciones. De igual manera, acerca a nuestros participantes a tener una vida plena y justa conforme a sus derechos y necesidades particulares. Con su aportación contribuye a reducir las desventajas socioeconómicas y ofrece oportunidades de cambio.